17 de septiembre de 2008

Flinestone is back!

Si ya conocías el espacio de Picapiedra Digital, y lamentaste su marcha, estás de enhorabuena: ¡el troglodita ha vuelto!:
El regreso de Picapiedra Digital

En su última entrada, dejó un vídeo muy recomendable. Ello me lleva a recordar a otro amigo de esta casa:
Dónde vamos sin depilar
que fue quien me recomendó que viese la peli "El concursante", a la que pertenece el fragmento que hoy nos propone el picapiedra.



Además del artículo de Altereconomía que os recomienda el picapiedra, os recomiendo que, para entender algo de la tormenta en la que estamos metidos, hojeeis el buen artículo que tiene la Wikipedia al respecto:
Crisis hipotecaria

Doy por hecho que ya conocéis el texto de Leopoldo Abadía: La crisis Ninja. A estas alturas, todo un clásico.

Comentaba en el espacio de José Manuel que esta situación recuerda al proceso que se dio a partir del s.III hasta la caída del Imperio Romano. Campesinos y artesanos libres, debido a los desajustes del sistema (devaluación de la moneda, caída del comercio...) se fueron endeudando progresivamente hasta acabar perdiendo la condición de ciudadanos libres: la esclavitud por deudas.

Perder la independencia económica es perder la libertad. Pero de ese tema ya hemos hablado muchas veces aquí, y no me voy a enrollar más.

Sólo lo haré para remarcar la revuelta silenciosa que se está dando en Estados Unidos, y con mucha menor intensidad en el resto de Europa. Es una revolución de los esclavos que está haciendo temblar el orbe.

Son los Jacques Bonhomme, los Juan Nadie, la plebe de Estados Unidos que, sin un Espartaco que los dirija, están comiéndose a los tiburones más feroces de Wall Street. ¿Cómo? Sin necesidad de estrellar un avión contra el World Trade Center, ni volar un edificio del gobierno con fertilizante.

Símplemente, dejar de pagar las letras de la hipoteca. Muchas veces, porque no se puede. Otras, porque no trae cuenta pagar las letras de una casa que, pinchada la burbuja inmobiliaria, cuesta la mitad.

El hamster dejó de mover la ruleta, y el mundo se paró.

No son comunistas, ni terroristas. Son buenos ciudadanos americanos que, símplemente, no pueden seguir sosteniendo el sistema. El sistema les convence que son mierda, un despojo, una carga para la sociedad. Esa sociedad que tiene una casa en propiedad, dos o tres coches, seguro médico y un plan de pensiones.

Al proletariado estadounidense le han negado hasta su existencia. ¡Nadie habla de proletarios, de clase baja en los USA! Pero existe. Y estos días, están demostrando su imparable poder sin ni tan siquiera procurarlo. ¡Ellos no quieren cambiar el mundo!

No se han puesto de acuerdo para tumbar a los mayores bancos, para poner de rodillas al capitalismo mundial, son sólo víctimas colaterales. Las clases bajas no querían tal cosa, sólo ir tirando, como siempre.

4 comentarios:

isidro dijo...

Muy bueno el vídeo. Te lo copio.

A ver si llega la hora en que el Capitalismo se apuñale a si mismo.

Mendiño dijo...

Os tempos son chegados, sr.Licenciado en Ciencias Exactas. ;)

Alb dijo...

Ya conocía el cuento de las 100 monedas de oro y me ha gustado como los relata la película.
Creo que es un buen cuento por que invita a reflexionar.

No obstante, no es correcto. O al menos no es tan sencillo.

Supone que los bienes del planeta son fijos, y que todas las actividad económica es un juego de suma cero. Es decir, supone que todos los bienes del mundo valen 100 monedas de oro, independientemente de lo que ocurra.

No es correcto, se podrán producir mas o menos huevos o tomates dependiendo de los medios de producir disponibles y de la situación económica.

El hortelano con las 10 monedas de oro, puede instalar un sistema de regadío que multiplique la producción de tomates. En el mundo habrá mas tomates, se ha aumentado los bienes existentes en el mundo y por tanto habrá mas dinero.

Ahora con la crisis se esta evaporando grandes cantidades de dinero. No es solo una perdida virtual. Se esta destruyendo la capacidad de las empresas de ofrecer bienes y servicios y la capacidad de los consumidores de adquirirlos. Realmente los bienes que hay en el planeta están disminuyendo.

El cuento no es correcto porque no tiene en cuenta la capacidad de crecer. Puede crecer la cantidad de dinero y la cantidad de bienes.

El problema es que el sistema se ve obligado a crecer. Cada año deben crecer todos los bienes y servicios producidos en el planeta un 10% para que el sistema se mantenga.
Como el planeta y los recursos son finitos, en alguno momento se encontrará un limite.

Llega un momento en el que por mucho que se invierta en el huerto, no producirá mas tomates, o la población no necesite tantos tomates.

Ese momento ha llegado

Mendiño dijo...

"Llega un momento en el que por mucho que se invierta en el huerto, no producirá mas tomates, o la población no necesite tantos tomates."...o no pueda pagarlos.

Muy buena respuesta, Alb. Muy bueno.

Tienes toda la razón, no es tan sencillo. Para que el sistema se mantenga, el prestatario tiene que asegurarse un crecimiento de su producción superior al tipo de interés que le debe al banco. Si no, como en el ejemplo, el banco se lo quedará todo.

Pero, como muy bien apuntas, haber un crecimiento eterno en un planeta finito.

Otra cosa más. Puede haber más bienes, pero no más riqueza. Hay teóricos socialistas que defienden que la única riqueza es el trabajo. Es complicado, lo he estado pensando y me faltan conocimientos (y caletre) para desenmarañar la cuestión.

Puede que el cuento sí que tenga razón. Puede que la riqueza habida en el mundo sea siempre la misma: el mundo es el mismo. Puede haber más bienes, pero no más riqueza.

La verdad, es un tema verdaderamente apasionante.

Es un placer leerte, Alb. Un verdadero placer. Ánimo con tu blog, que lo tienes de capa caída, y creo que tienes cosas muy interesantes que aportar (aunque no esté de acuerdo contigo en algunas, piensas bien, y eso siempre enriquece).

Un saludo!